Séneca. Sobre la felicidad

Nada importa, pues, más que no seguir, como ovejas, el rebaño de los que nos preceden, yendo así, no a donde hay que ir, sino a donde se va. Y ciertamente nada nos envuelve en mayores males que acomodarnos al rumor, persuadidos de que lo mejor es lo admitido por el asentimiento de muchos, tener por buenos los ejemplos numerosos y no vivir racionalmente, sino por imitación.
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>>¿Por qué no buscar más bien algo bueno realmente para sentirlo, no para mostrarlo? Esas cosas que se contemplan, ante las que se detienen las gentes, que uno señala a otro con asombro, por fuera brillan, por dentro son deplorables>>.