Casualmente conocí este breve relato de Stefan Zweig mientras buscaba un libro para regalar a mi hermano por su reciente cumpleaños. Mientras lo tuve en casa antes de regalárselo lo leí y ha sido un descubrimiento para mi. Por la intensidad de la narración se lee de una sentada y el mensaje que trasmite es muy profundo, tanto que no podremos adivinar el mensaje real del autor, y también estoy seguro que cada uno de nosotros obtendremos nuestras propias y diferentes conclusiones.
No dejéis de comprar el libro (a mi me costó 7€ en una librería), aunque el texto está íntegro en internet, de este valioso relato vale la pena tener el texto por conservarlo, releerlo o regalarlo y por la tan agradable lectura que supone.
Aquí copio un párrafo:
"... Dices la verdad. Siempre hay en el dolor más sabiduría y verdad que en toda la filosofía. Todo lo que sé lo he aprendido junto a los desgraciados, y todo lo que he podido ver con la mirada que penetra en las profundidades ha sido con los ojos del hermano eterno. No he sido un hombre humilde ante Dios, como creía; he estado siempre lleno de orgullo, he podido comprender esto a través de sufrimientos que jamás había experimentado. Perdóname, pues yo no comprendía mi parte de culpa en tu desgracia e ignoraba que hubiese influído en el destino de algunos de mis semejantes. El abstenerse de obrar es realizar también un acto del cual uno puede hacerse culpable sobre la Tierra. El solitario vive, a pesar de estar solo, con sus hermanos. ..."
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