Federico.
Voy por la calle del Pinar
para verte en la Residencia.
Llamo a la puerta de tu cuarto.
Tú no estás.
Federico.
Tú te reías como nadie.
Decías tú todas tus cosas
como ya nadie las dirá.
Voy a verte a la Residencia.
Tú no estás.
Federico
Por estos montes del Aniene,
tus olivos trepando van.
Llamo a sus ramas con el aire.
Tú sí estás.
(Canciones del alto valle del Aniene)