Manuel Vicent. Antitauromaquia. Europa

La polémica taurina puede continuar, pero más allá de las leyes, los impuestos, la tasa de inflación y el imperio de la mantequilla, Europa es también una disciplina moral y dentro de su ámbito político va a ser cada día más duro concebir que el público se divierta con el degüello de reses en medio de aplausos, por mucho que esa ignominia se disfrace de una determinada liturgia. A medida que el Parlamento de Estrasburgo ponga trabas a las corridas de toros, en España se levantarán un coro de ganaderos, políticos, intelectuales, monosabios, picadores, teólogos, matarifes, toreros, poetas y taxistas, todos a una, para defender la fiesta nacional. Pero cada día son más los españoles que creen que en nuestra sociedad existe ya demasiada violencia como para consagrarla y alentarla con una tortura de animales enmascarada de cultura.